jueves, 9 de septiembre de 2010

DIA 22: ÚLTIMO DÍA

Todo tiene un final, y nuestro viaje estaba a punto de conocer el suyo, nuestro último día de viaje (sin tener en cuenta las 16 horas de avión que nos esperaban) nos dedicamos a pasear por las calles, ir a algunos mercadillos y ver las vistas nocturnas del Pudong, algo que valió la pena



Ahora si, nos tocaba dormir por última vez en el hostal, el día siguiente se presumía eterno y agotador, pero nos íbamos con la sensación de haber vivido una experiencia única, un viaje inolvidable.

Más de 75 horas de tren, 25 horas de avión, 20 horas en coche, camellos, caballos, calor, frío, lluvia, viento, humedad, cansancio, dolores de estómago, de cabeza.....pero HA VALIDO LA PENA Y NUNCA OLVIDAREMOS ESTE VIAJE.

DIA 20: VISITA A SUZHOU

Nuestro segundo dia en Shangai estaba reservado para visitar una ciudad cercana llamada Suzhou, conocida como la Venecia Oriental y que se encontraba a pocos kilómetros de Shangai.

Cogimos el tren a primera hora de la mañana, y aunque parecía que el tiempo podría dar un poco de tregua, nada más lejos de la realidad, en cuanto llegamos a nuestro destino se puso a llover, si a eso le unimos el que estábamos un poco pérdidos, provocó que volvieramos a nuestro punto inicial (la estación de tren) y que contratásemos un tour, no sin antes regatearlo un poco, aunque sólo fuera por orgullo, si bien después vimos que fuimos los únicos que regateamos el precio.

Una vez en el autobús, fuimos visitando lugares interesantes y muy bonitos


Por supuesto no podían faltar los templos:


Y unas vueltecillas en barco por los canales


Y así pasamos el día hasta que llegamos al hostal a descansar para el último día de nuestro viaje

jueves, 2 de septiembre de 2010

Días 18 y 19: Despedida de Beijing y llegada a Shanghai

Nos levantamos tempranito para recoger todo y dejar las mochilas en el hostal hasta la hora del tren. Decidimos pasar nuestro último día en el Palacio de Verano, aunque después de la Ciudad Prohibida no teníamos mucha fe de que no  nos decepcionase un poco.
Por suerte no fue así, el palacio es realmente bonito,  tanto por su entorno (está en una montañita alrededor de un inmenso lago) como por las construcciones (" que nada tiene que ver con la sobriedad de la Ciudad Prohibida", citando textualmente la guía).
Tiene de todo, desde una calle imitando al pueblo de Sozhou ( conocido como la Venecia de Oriente)...



... chinos bailando...


....bonitas pagodas...


... con impresionantes vistas al lago...



...exóticos ferrys..


y como no, templooos:


Lo que nos quedó de tarde lo gastamos paseando por algunas de las calles más céntricas de Beijing a modo de despedida, aunque estábamos ya bastante cansados, y yo medio resfriada, asi q volvimos al hostal y decidimos ir temprano a la estación de tren por si acaso. Y bien que hicimos pq la verdad es que el viaje nos llevó más tiempo de lo esperado.

La estación Sur de Beijing la verdad es q es impresionante, la construyeron para los juegos Olímpicos del 2008.
El tren bastante bien, aunq mi resfriado y los paseillos de nuestros compañeros de compartimento y las interrupciones constantes de la azafata no me dejaron dormir mucho.

Llegamos a Shanghai a las 7:30 am y llovía. Sin embargo, la lluvia no era lo peor, al bajar del tren nos recibió una gran ola de calor y humedad de lo mas insoportable. Cogimos un metro abarrotado de gente (de esos que piensas: "es imposible que suba nadie más, no cabemos" y suben...). El camino con la mochila hasta el hostal se nos hizo horroroso, pq aun siendo las 8 de la mañana, cuando salía el sol el calor era insoportable.. La ducha en el albergue fue un gran alivio, aunque sus efectos desaparecieron tan pronto volvimos a salir a la calle.
Nos dirijimos, ya sin mochilas pero con el mismo sofoco ( la temperatura mínima en shanghai esos dias es de 27º y con tormentas y una humedad del 70-75%, asi que ya os podeis imaginar) a explorar un poco la ciudad. 
Vimos la Plaza del Pueblo, que más que una plaza es un conjunto de rascacielos cada cual más singular, y después recorrimos la calle Nanjing, la calle comercial mas famosa de China, parando en todas las tiendas que parecían mínimamente interesantes para aprovechar el aire acondicionado ;).


Caminando y caminando llegamos al Bund, un frente de edificios históricos de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando Shanghai era el principal hub comercial del este asiático.


Se situan a la orilla del rio Huangpu, y justo en frente se encuentra el Pudong: un conjunto de rascacielos y edificios modernos que representa el resurgir de esta ciudad. Las vistas son realmente impresionantes. Cruzamos el rio por un tuner turísitico lleno de luces un tanto freak  para observar estos edificios, especialemente la Torre de la Perla, que es una antena de TV con bolas rosas...


De vuelta al otro lado del rio, decidimos recorrer todo el Bund para ver los edificios, pero pronto comenzó una tormenta que nos hizo refugiarnos a comer ( o más bien, a no comer) en un sitio de lo mas cutre...
Después de este fracaso culinario y tras la tormenta, pudimos dar un interesante paseo por la zona vieja de Shanghai, que  con sus casas bajitas y jardines supone un gran contraste con el resto de la ciudad.


Después de este largo paseo volvimos al hostal, justo a tiempo para que nos nos pillase la gran tormenta que comenzó solo unos minutos mas tarde y que continuo hasta la noche.
Después de cenar una ensaladita en el mismo hostal, el cansancio nos hizo dormirnos enseguida.

Hoy pasaremos el dia en Suzhou, una ciudad a una hora de Shanghai a la que denominan La Venecia del Este, porque al parecer Marco Polo cuando la visitó quedó enamorado de ella. A ver si el tiempo acompaña!

petons per tots!